Es un reto increíble poder hacer algo tan simple como un tazón y sin la capacidad de ver, pero un profesor de la Universidad Central de Míchigan está trabajando para hacerlo más fácil.
Anthony Morelli, profesor ayudante de computación, primero se interesó en trabajar con niños con discapacidad en un proyecto de aprendizaje-servicio en la universidad que le permitió interactuar con los niños con discapacidades motoras severas.
“Los niños que son ciegos, en general, son más obesos o no están en muy buena forma porque cosas como correr pueden suponer un problema de seguridad”, dice Morelli. “Quería crear algo que fuera accesible a ellos y les permitiese estar activos en un entorno seguro.”